Categorías
Opinión

Alcemos la voz

Una vez más, la ineptocracia gubernamental gracias a la exclusión de toda participación u acción ciudadana, se envilece

La descomposición de la formación social panameña avanza, a paso redoblado, sin obstáculos ni frenos. Ninguna parte del tejido social escapa al Desasosiego, insatisfacción, descontento, repudio, asco, ante las acciones cotidianas que desarrolla la empresa criminal conjunta que dice ser gobierno.

Las revelaciones, tardías, de lo acontecido en los albergues, donde el maltrato, el abuso, las torturas y las violaciones a los niños son moneda corriente, han venido a corroborar que no estamos ante cualquier gobierno. Su reacción de encubrimiento y sus métodos politiqueros a ultranza, para que la Impunidad lleve la batuta de la mano del inepto procurador (la mayúscula le queda demasiado grande), nos reconfirma el grave peligro que acecha no solo a los Derechos Humanos y a las libertades democráticas, sino a la seguridad ciudadana en todos los terrenos,

Una vez más, la ineptocracia gubernamental gracias a la exclusión de toda participación u acción ciudadana, se envilece y busca por todos los medios, seguir haciendo lo que les da la gana, a como de lugar. No les ha bastado con las casi 6 mil muertes por COVID19, ni los más de 300 mil desempleados, ni los más de 15 mil millones de deuda en poco menos de dos años, ni la creciente y antinacional remilitarización, que con tanto ardor aupan los nuevos cipayos del trasnochado torrijismo. Necesitan meter más miedo, más represión, confinamientos, falsas cuarentenas, manipulación de medios, más periodistas, gastos vagos que berreen contra las necesidades del pueblo …que aún calla.

Durante los dos últimos Lustros, la ‘orgía de corrupción de Odebrecht‘, como bien la calificaron en su momento, los fiscales brasileños, se enseñoreó y pavoneó por encima de todos los órganos del Estado panameño, terminando de fulminar las enclenques instituciones, con su estocada de muerte. La empresa criminal conjunta, dirigida por Cortizo-Carrizo, ha logrado hoy, producir una incredibilidad y desconfianza, tanto de los gobernados hacia los gobernantes, como de los gobernados entre si, auxiliando así los estragos que dejaron sus predecesores.

¿Qué credibilidad pueden tener hoy el Ministerio Público y la Contraloría General de la República, por citar solo dos mecanismos de control que deben ser ejercidos, si la cadena de fracasos en la persecución de delitos no tiene paralelo en toda la historia republicana? Se han convertido en la matriz y cuna de la corrupción y apadrinamiento de la Impunidad, eso sí de la mano de Cortizo-Carrizo , los sultanes locales.

Ellos y solo ellos, son los responsables de que Panamá caiga nuevamente en manos de las nuevas organizaciones criminales de todo tipo que, al amparo del poder político nos han secuestrado al país y a su gente buena, que calla.

O alzamos nuestras voces, de una vez por todas, para unir fuerzas contra los neocipayos y su empresa criminal conjunta, o preparémonos para lo que se nos viene encima.

Autor: CATEDRÁTICO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.