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La cacofonía gubernamental

El Diccionario de la Lengua Española define la cacofonía como ‘la disonancia que resulta de la inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra.

La población panameña ha sido, durante los últimos cuatro años, sometida una arremetedora y absurda propaganda gubernamental, caracterizada por su permanente cacofonía dado el abismo entre lo que dicen y lo que hacen.

‘El raciocinio y la palabra –nos dice Fernando Savater- son emblemas orgullosos de lo humano, a los que no podemos renunciar sin anularnos’. Sin embargo, en nuestro país lo que se ha vuelto extremadamente peligroso, es el apego entusiasta que tienen las autoridades y sus voceros e influencers, por la cacofonía de sus disparates e imbecilidades.

También Savater nos enseña que, Maurizio Ferraris en La imbecilidad es cosa seria (Editorial Alianza), define esta enfermedad endémica en nuestra especie-un mal derivado del desempeño racional, igual que la silicosis acompaña la minería- como ‘ceguera, indiferencia u hostilidad a los valores cognitivos, más entendida entre quienes tienen ambiciones intelectuales’.

La manera como se ha administrado la cosa pública de parte de este gobierno PRD, los ha llevado a convertirse en promotores de la anulación de los valores básicos y supremos que requiere toda sociedad en nuestros tiempos.

obcecados por el poder, poco les ha importado terminar de trastocar la frágil institucionalidad, envenenar las posibilidades de democratización, profundizar el autoritarismo heredado de sus predecesores y promotores del llamado ‘torrijismo’. Su ‘ramplonería in telectual’ les ha permitido imponerse en una población que, agobiada por su situación familiar, social, laboral y cultural, no cuenta hoy con los mecanismos e instrumentos necesarios para hacer valer su poder Ciudadano ante la arremetida de estos Atilas modernos, depredadores de la Patria.

Saltadores de la Ley y salteadores del erario, ignorantes de la voluntad del resto de los ciudadanos, nuestros gobernantes (y también, los suspirantes a serlo), podrán con sus cantos de sirena y su cacofonía, vencer a muchos, pero jamás convencer a todos.

Autor: Miguel Antonio Bernal
Catedrático Universidad de Panamá

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