El 19 de septiembre, en la ONU, el mensaje del presidente Laurentino Cortizo, fue: “la República de Panamá está comprometida con el cumplimiento de la AGENDA 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible…”. Evidencia irrefutable de la subordinación del régimen de turno al Estado Profundo.
Este régimen está encabezado por el Foro Económico Mundial, que reúne a las más grandes corporaciones empresariales del capital financiero internacional cuyos intereses representa y que, además, toma las decisiones, que en materia de inversión de capitales y de políticas públicas, ejecutan los gobiernos alineados con la narrativa del Nuevo Orden Mundial, sintetizadas en la Agenda 2030 y que, aunque vendida como benefactora, es fraudulenta porque disfraza de altruista el plan diseñado por un puñado de genocidas, propuestos a reducir la población mundial; meta para la cual, programaron, ensayaron y ejecutaron el colosal fraude científico sanitario presentado como la pandemia más letal de la historia; usando de portaestandarte a la OMS y respaldada por la FDA, el CDC, el NIH, NIAID, etc, con financiamiento de la Fundación Gates, Big Pharma, gobiernos cómplices y grandes corporaciones de prensa, éstas últimas encargadas de expandir el terror, para, junto con las “autoridades” sanitarias, imponer una narrativa dogmática, medidas de restricción social y, como única opción, para evitar la muerte, “la vacuna segura y efectiva”, aprobada en USA, previa autorización para uso de emergencia (EUA) y adquirida aquí, mediante contratos impublicables, prescindiendo, además, de los controles requeridos para el aseguramiento de la calidad; todo lo cual, finalmente, tradujo consecuencias devastadoras, en salud, educación y economía. Ahora, los innumerables efectos adversos, explican el aumento desproporcionado de muertes, respecto de los índices previos a la declaración de “la pandemia” y a la inoculación del biofármaco tóxico, denominado “vacuna”.
A pocos meses de reemplazar a la actual administración, en el panorama político no se advierte ninguna posibilidad de mejora ni siquiera, intención de reducir la velocidad del deterioro institucional del Estado, aunque era absurdo esperar un resultado distinto, de una gestión caracterizada por la corrupción, la Impunidad y la demagogia, que con exceso de creatividad catapultó el endeudamiento para financiar el saqueo y el clientelismo, generando un desastre que no registra precedentes; cuyo resultado acaba de quedar confirmado por la calificadora Fitch Rating, al pasar la perspectiva de riesgo de estable a NEGATIVA.
Lo peor es que todos los aspirantes al reemplazo, al cargo de presidente de la república, lucen el emblema de la agenda satánica, esgrimen la retórica del cambio climático, como verdad irrefutable. Veamos sólo dos de tales objetivos; el 6: “agua limpia y saneamiento”, debemos revisarlo en el contexto de la imposición de la minera, porque aparte de la devastación del ecosistema, flora y fauna, han contaminado y destruido importantes fuentes de agua, que, con la agenda, racionarían, privatizarían y encarecerían. El objetivo 3, salud y bienestar, implica pérdida de autonomía, inherente al ser humano, para someterlo, de manera absoluta a las decisiones de la OMS, “vacunación” forzosa, pasaporte sanitario, restricción y control del desplazamiento de la población. De modo que proclamar el compromiso con la agenda 2030, evidencia que la ignorancia favorece la explotación de las víctimas, al creer en la propaganda y confiar en la buena intención del victimario, como si no advirtieran que ello, gradualmente determinaría la instauración de la tiranía global.
El desafío es impedir que los genocidas superen el holocausto, construir la unidad internacional, a favor de la humanidad y del supremo valor, que es la dignidad humana. En el escenario local, el reto es ponerle un alto a la farsa electoral, orquestada por la partidocracia y el TE y concertar el Proyecto Nacional de Desarrollo, por vía de la Constituyente originaria, para sanear la justicia y refundar la Nación.
¿Usted qué opina?
Autor: Leopoldo E. Santamaría
Profesión: Médico
Una respuesta a «Constituyente originaria o tiranía? … una opinión»
Dr. Enrique, excelente reflexión. Estoy muy de acuerdo con el reto de concertar el Proyecto Nacional de Desarrollo y la vía es La Constituyente.