Por: Miguel Antonio Bernal – Catedrático universitario
En las dos últimas semanas, han reaparecido en el escenario politiquero algunos de los ya clásicos fugitivos de la constituyente, munidos de un abanico de engaños a los ciudadanos y acompañados por los magistrados del Tribunal Electoral, para hacerle el mandado a determinados factores reales de poder que no ven con buenos ojos el cambio constitucional.
Sin embargo, hay una diferencia entre lo que en principio ellos postulan y entienden por constituyente y lo que una constituyente debe ser. Por ello, voy a retomar con mis lectores, la conversación iniciada hace más de cuatro décadas sobre este tema.
“¿Por qué digo que hay una diferencia entre lo que los políticos proponen como cambios constitucionales o una Constituyente y lo que es un proceso constituyente originario y que he propuesto siempre? Porque ellos, auto erigiéndose en protagonistas de los cambios y despreciando la participación ciudadana, solo plantean, principalmente, modificaciones de técnica legal, para facilitar así, o quizá para evitar o remediar los vicios existentes en el sistema político impuesto en 1972, originalmente por el régimen militar y luego apadrinado por la partidocracia.
Yo en cambio planteo que el problema constitucional que nos aflige, no es un problema que puede resolverse con simplemente aplicar una técnica legal más refinada para resolver los vicios más groseros de nuestra debilitada institucionalidad. El problema principal que enfrentamos es que no tenemos una visión de país y mucho menos una visión de nuestro país en el mundo. Lo único que nuestros políticos atinan a decir, es hablar del Canal y del Turismo y de los negocios y el dinero que eso significa para el Panamá de ellos.
Panamá no puede ser solo un Canal. El pueblo panameño es mucho más que eso y, por eso, es que necesitamos con urgencia el entorno que permita un proceso de diálogo, debate y discusión para que se deje a un lado la imposición, la autocracia y la corrupción rampante. Necesitamos un verdadero cambio constitucional!