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NO a la Reelección

El principio de ‘no reelección’ ha sido calificado como ‘el símbolo político e instrumento imprescindible del constitucionalismo democrático’ (Nohlen), cobrando mayor fuerza localmente, como fórmula para impedir la corrupción en el próximo período de gobierno.

Ha tenido arraigo en Latinoamérica, donde ‘sufragio efectivo y no reelección’ fue la consigna que motivó la revolución mexicana de 1910, que derrotó al porfiriato. En la región se ha constitucionalizado la prohibición de la reelección presidencial de manera absoluta; o bien, su prohibición parcial, ya sea de la reelección inmediata o de la indefinida pero permitiendo la inmediata.

En Panamá, hay una tradición arraigada de no reelección inmediata, no sólo porque la Constitución prohíbe al Presidente y Vicepresidente reelegirse para el mismo cargo en los dos períodos presidenciales siguientes, sino también porque la población ha rechazado los intentos de reformar su Carta fundamental, con ánimo reeleccionista, tanto en el referéndum de 1998 impulsado por Pérez Balladares, como en el Anteproyecto de Acto reformatorio de 2011 promovido por Martinelli.

En la Universidad de Panamá, se estableció el principio de no reelección de sus principales autoridades, en 1991 (no reelección absoluta) y en el 2005 (sólo reelección inmediata), en sus respectivas leyes orgánicas. No obstante, en el 2010 se introduce la reelección indefinida, para perpetuar en el poder al Rector en turno, el cual se mantuvo en el cargo por 20 años.

Las argumentaciones más importantes esgrimidas a favor de este principio han sido: la necesidad de la rotación en el ejercicio del poder, profundiza la democracia, limita el abuso de poder y el liderazgo personalista y autoritario e impide la utilización de fondos públicos en las candidaturas oficiales.

Con los escándalos de corrupción en que han estado envueltos diputados, alcaldes y representantes de corregimiento del período anterior y del actual, incluyendo financiamiento de sus campañas reeleccionistas con fondos públicos, sectores ciudadanos han extendido el enunciado a todos estos cargos y no solo al de Presidente, por la vía de hecho: están pidiendo que no se vote a favor de quienes, en el ejercicio de su función pública, promovieron ‘actos clientelistas, antiéticos o delincuenciales’.

Indistintamente de no encontrarse constitucionalizado o legalizado el principio de no reelección en todos los cargos de elección popular, consideramos que la iniciativa es una reivindicación genuina y bien intencionada que puede aliviar la problemática de clientelismo y corrupción en Panamá.

Autora: Anayansi Turner
Profesión: Catedrática Universidad de Panamá

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