Autor: Cristian Nieto Guerra
Profesión: Docente de tecnología
Hoy recordamos con dolor el 20 de diciembre de 1989, treinta y cinco (35) años han transcurrido, cuando nuestra patria fue invadida, marcando un capítulo trágico de pérdidas humanas y profundas heridas sociales. Sin embargo, más allá de las heridas del pasado, es imperativo reflexionar sobre nuestra realidad actual: vivimos bajo un sistema que sigue perpetuando las mismas condiciones de desigualdad ciudadana, injusticia, corrupción e desigualdad social.
El sistema político que nos rige, lejos de ser representativo, permanece secuestrado por unos pocos que toman las decisiones y disfrutan de los privilegios del poder, mientras la gran mayoría de nuestro pueblo soporta las consecuencias negativas de dichas decisiones. La inseguridad ciudadana, la corrupción desenfrenada, las injusticias y las desigualdades son una constante en nuestro diario vivir, y la falsa justicia solo perpetúa esta situación.
No podemos continuar por este camino. Es momento de unirnos como pueblo, de elevar nuestras voces y exigir un CAMBIO PROFUNDO. La única vía participativa y pacífica para lograr esta transformación es mediante un Proceso Constituyente Originario que permita dotar a Panamá de una Nueva Constitución.
Una Constitución que garantice una verdadera democracia, donde los poderes del Estado sean realmente independientes y actúen con justicia para todos. Una Constitución que otorgue al pueblo los mecanismos para elegir, controlar y, de ser necesario, destituir a los gobernantes que no cumplan con su mandato de servicio. Una Constitución que devuelva al pueblo panameño el control sobre su propio destino.
Lo primero es educar y educarnos en la fase de #AlfabetizaciónConstitucional, pues solo el conocimiento nos ofrece la confianza y empoderamiento para comenzar a construir un futuro donde la unidad sea nuestra mayor fortaleza. Solo a través de la unión y la participación activa podremos salir de la dictadura velada en la que seguimos viviendo. Porque el poder del pueblo soberano no reside en unos pocos, sino que se manifiesta en la voluntad colectiva de quienes desean una patria justa y digna para todos.
Hoy es es un día para reflexionar de la importancia de la unidad nacional, a dejar atrás las divisiones y a luchar juntos por un Panamá mejor. El cambio está en nuestras manos, y no hay momento más oportuno que este para ser conscientes que la realidad se construye con la acción e inacción de cada uno de nosotros.
¡Por una Nueva Constitución! ¡Por un Panamá libre, democrático y justo!
PROCESO CONSTITUYENTE ORIGINARIO YA.