El gobierno ha empezado a acomodar la legislación electoral y otras, para prolongarse en el poder más allá del 30 de junio de 2024
En la “democracia secuestrada” en que se esconde el autoritarismo rampante, los tiempos que vivimos son tan difíciles para las libertades, que tenemos que salir a explicar lo obvio.
Las normas constitucionales, las leyes, las reglas del juego, son cotidianamente violadas por los monopolizadores de los Órganos del Estado. No debe entonces sorprendernos que, dentro del fraude constitucional al que nos someten, seamos también llevados de la mano a un fraude electoral.
Para evitar confusiones, recordemos con la Real Academia de la Lengua Española que fraude “es la acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete. Es el acto tendente a Eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros”.
Así las cosas, vemos cómo el Gobierno presidido por Laurentino Cortizo Cohen y su partido PRD, además de asumir arrogantemente el rol de permanentes violadores de la Constitución y de la institucionalidad, han empezado a acomodar la legislación electoral y otras, para el fraude que les permitiría prolongarse en el poder, más allá del 30 de junio de 2024.
Recordemos que, contrariamente a lo que pueda pensarse, el fraude no es un acto único. El fraude, en Panamá, está en el sistema, sí, pero también en la complicidad con la que actúan los partidos políticos no oficialistas, los cuales no cuestionan el sistema por su “esperanza” de poder beneficiarse de una manera u otra, del mismo.
Así veremos cómo el “candidato oficial», al igual que muchos candidatos del oficialismo, recibirán apoyo oficial directo o indirecto, ante el silencio cómplice de la Fiscalía Electoral, el Tribunal Electoral y los propios directivos de los partidos políticos que se dicen “no oficialistas”.
El presidente de la República en persona, ha montado y montará, actos oficiales para descalificar, Calumniar o irrespetar a sus adversarios políticos, en esta operación artificiosa para la cual cuenta con toda la parafernalia del aparato estatal.
Otro fraude está en marcha y, hasta ahora, todo indica que llegarán a su meta, salvo que la población alcance a reaccionar, de lo contrario, la primera estocada que preparan, servirá de preámbulo para el “matadero del fraude”.
Autor: Miguel Antonio Bernal
Catedrático Universidad de Panamá