En un vídeo reciente, el Presidente de la república dice: “el sistema está fallido, que no funciona, que es una burocracia que no camina bien”, y agrega: “he designado al Dr. Miguel Antonio Bernal, en una Comisión que establecerá el tamaño del gobierno que el Estado necesita” y al final agrega: “No me he olvidado de la Constituyente, pero será un proceso progresivo, no de hoy para mañana, ni se intenta con eso irrumpir en la vida sociopolítica del país, de ninguna manera. Este país se va a dar una nueva Constitución, como corresponde y todos van a estar educados en el tema constitucional y también tendrán la oportunidad de opinar en materia de propuestas”. Al respecto, comparto las siguientes reflexiones:
El poder Constituyente no admite condiciones de ninguna índole, es poder que establece, forma o constituye las estructuras jurídicas o columnas normativas que sostienen y definen al Estado, porque el único Soberano es el pueblo, entendiéndose como tal, la voluntad de la mayoría ciudadana, libremente expresada. El connotado jurista español Luis Sánchez Agesta la define así: “la Asamblea Constituyente es un poder ajeno a toda competencia previa, a toda reglamentación predeterminada, al que, por encima del mismo, no existe ningún otro poder político, es la autoridad suprema, incondicionada y libre de formalismos”.
El Artículo 39 de la Constitución política de México, reza: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. En este contexto, la expresión todos tendrán la oportunidad de opinar, no se corresponde con la naturaleza del poder Constituyente; las opiniones solo caben al debatir las propuestas de solución, v.g: los controles del poder; la reelección o la revocatoria de mandato; las cuales, una vez aprobadas adquieren legitimidad y pasan a integrar la estructura de la carta magna. La educación siempre debe ser prioridad; antes la juventud, desde el primer ciclo, en cívica aprendía los derechos y deberes ciudadanos.
El Estado fallido, realidad irrefutable, es resultado de la acumulación de todas las falencias y excesos de varias administraciones, que se sintetizan en corrupción e Impunidad, lacras consustanciales a la Democracia Representativa, modelo político obsoleto, fuente de las profundas desigualdades sociales que priman en nuestro país y que, sumadas al sacrificio que ahora su gobierno le pide al pueblo, para resolver la crisis del Seguro Social, representan un riesgo de explosión social.
Sr. Presidente, convoque a la Constituyente, en la certeza que la aprobación mas que duplicará el total de votos que lo llevaron al cargo; además porque en el marco de un nuevo contrato social; los verdaderos responsables pagarán sus fechorías. Auditar el Ministerio de la Presidencia, Minsalud, CSS, Ministerio de Economía y Finanzas, ANATI, Asamblea Nacional y Contraloría e incautar los bienes mal habidos de todos los delincuentes que resulten involucrados en actos de corrupción, bastará para sanear la justicia, las finanzas públicas y atender las genuinas necesidades de la mayoría ciudadana. Usted dijo que su deseo era reformar el Estado, la oportunidad es excepcional, asuma el desafío.
Autor: Leopoldo E. Santamaría
Profesión: Médico