Por: Cristian Nieto Guerra – Docente universitario
Panamá atraviesa uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. Mientras el pueblo se levanta para defender su soberanía, su tierra y sus derechos —como es el caso de la huelga docente contra la Ley 462, la minería depredadora y el memorándum de entendimiento—, vemos cómo el sistema saca a relucir sus herramientas más sutiles, pero no menos peligrosas.
Una de ellas es el endeudamiento controlado por el propio Estado, que se convierte en una forma moderna de esclavitud. Pues el gobierno se convierte en juez, parte y cobrador, recordando a quienes hacen uso de su derecho constitucional, que ellos tienen otros mecanismo de represión.
En este contexto, la reciente comunicación de Caja de Ahorros, un banco estatal, dirigida a los docentes en plena huelga, representa más que una simple gestión administrativa. Se trata de una advertencia disfrazada de “información financiera”. Un recordatorio de que, aunque el ciudadano se levante, la deuda lo esclaviza. Conllevando tiempo y aplicando desgaste emocional que genera miedo.
¿Qué mensaje oculto envía dicho comunicado?
- “Puedes protestar, pero recuerda que nos debes y podemos presionarte.”
- “Tienes derecho a huelga, pero te puede costar tu historial crediticio, tu paz financiera, tu futuro, tu salud mental y la estabilidad económica, emocional y social de quienes dependen de ti.”
- “El Estado que legisla contra ti, es el mismo que te presta dinero, y te lo puede cobrar cuando quiera, utilizando los mecanismos que sean necesarios.”
Este no es un mensaje inocente. Es un instrumento de control blando, una represión silenciosa, pero eficaz. El sistema no necesita sacar policías cuando tiene la banca como mecanismo de disciplina. No necesita gritar cuando con una carta puede sembrar el miedo.
El objetivo es mantener a la ciudadanía distraída, preocupado, ansioso y enfocadas en sus problemas individuales. Impedir que el ciudadano piense, se organice, y luche por por el respeto de sus derechos. Hacer que el pueblo tema más a perder su estabilidad financiera que su dignidad.
La importancia de decir ¡Basta! y exigir:
No seremos esclavos de nuestras propias deudas. No dejaremos que una entidad estatal nos silencie a través del chantaje económico. No permitiremos que el miedo nos paralice, cuando la causa es justa, urgente y vital.
- Que Caja de Ahorros cese inmediatamente cualquier comunicación que pueda interpretarse como presión durante los movimientos sociales.
- Que se establezca un marco ético para las instituciones financieras del Estado en momentos de crisis social.
- Que se garantice el respeto pleno al derecho a huelga y a la protesta, sin represalias financieras encubiertas.
Porque un pueblo endeudado es un pueblo dominado. Y nosotros, el pueblo panameño, elegimos liberarnos.
Frente a la deuda, organizados.
Frente al miedo, valientes.
Frente al chantaje, firmes.