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El ruido de las botas

Un inaudito video ha proliferado durante los últimos días en las redes sociales locales. Su contenido deja escuchar un horroroso ruido de botas al paso de ganso, tradicional de los fascistas y golpistas.

La masiva difusión dada por el gobierno panameño, a través del Ministerio de Seguridad, de dicho video institucional, en el cual más de un centenar de miembros uniformados de la Policía Nacional, aparecen expresando su apoyo a la policía y al ejército colombiano por la brutal represión perpetrada contra las protestas cívicas en ese país, es grave, inquietante y muy preocupante.

Grave, pues evidencia que a los directivos de la Policía Nacional y a sus superiores, presidente de la República, ministro de Seguridad, les importa (una vez más), un comino con la Constitución, la Ley y los pactos internacionales de Derechos Humanos.

Tanto la Constitución en su Artículo 311 (Los servicios de policía no son deliberantes y sus miembros no podrán hacer manifestaciones o declaraciones políticas en forma individual o colectiva. Tampoco podrán intervenir en la política partidista, salvo la emisión del voto. El desacato a la presente norma será sancionado con la destitución inmediata del cargo, además de las sanciones que establezca la Ley.) y la Ley Orgánica de la Policía, en su Artículo 9 (los miembros de la Policía Nacional actuarán con absoluta neutralidad política. En consecuencia, no pueden deliberar sobre asuntos de carácter político, pertenecer a partidos políticos, ni intervenir en política partidista…), son claras al respecto. Los Pactos Internacionales en materia de Derechos Humanos, por otra parte, prohíben y condenan la brutalidad policíaca, la tortura, el abuso de autoridad, etc.

Inquietante, puesto que sabemos cómo desde el gobierno de Martín Torrijos Espino hasta el actual, todos y cada uno de los gobiernos que se han sucedido, han facilitado por diversos medios un mayor grado de remilitarización, además de llenar de privilegios, prebendas, ascensos, jubilaciones especiales etc, a sus casi 400 comisionados y subs.

Hoy, en todos los Órganos, instituciones autónomas y semiautónomas, está presente algún militar jubilado o activo, en diversas posiciones de mando. El pie de fuerza de los diversos estamentos que integran la Fuerza Pública sobrepasa los 40 mil integrantes y su Presupuesto no ha cesado de aumentar los últimos años.

Preocupante porque la ciudadanía abrumada y atropellada por los problemas económicos, sanitarios, laborales y sociales, no se percata del peligro que se cierne sobre nuestras frágiles instituciones cívicas. Muy pronto hemos olvidado los veintiún años de régimen militar y que » el tigre no se vuelve vegetariano».

No cabe duda que todo se encamina hacia derroteros anti ciudadanos, antirepublicanos y antipatrióticos. Nos pretenden regresar a la selva, cuando aún no hemos terminado de conocer el zoológico en que nos encerró la invasión.

Hoy por hoy, el Estado policíaco en el que vivimos, no demorará en convertirse más y más que hasta ahora, en una Caquicracia al servicio de la partidocracia plutocractica… Vivivimos en un estado de golpe…solo falta que lo den.

Autor: Miguel Antonio Bernal
Catedrático UP

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