Las cotidianas actuaciones de la empresa criminal conjunta que ha secuestrado a nuestro país, hace obligatorio que la ciudadanía se empodere y reclame lo que es suyo. Llegó la hora de reclamar!
El país es de todos los panameños, no de unos pocos que se han adueñado del país de todos. No podemos continuar pasivos, permitiendo que nos decapiten nuestras escasas libertades, garantías y derechos, además de habernos secuestrado nuestro derecho Soberano a una democracia moderna y participativa, nuestra necesidad de dotarnos de un Estado Constitucional.
Debemos reclamar Justicia, que la justicia sea igual para todos; para quien roba un celular un castigo acorde, y para el que desfalca millones y para los coimeados de Odebrecht y toda la cadena de escándalos y sus encubridores: un castigo severo.
Nos toca ya, reclamar educación. Que tus hijos tengan las mismas oportunidades de educación que la de aquellos que pagan las muy costosas escuelas privadas. Que tus hijos tengan la misma educación para llegar a ser un profesional de alto nivel o artista o empresario o deportista, al igual que cualquier otro panameño. Que abran ya la Universidad!
Es obligatorio reclamar que las riquezas del país lleguen a todos y no sean propiedad de sólo unos pocos, como se aprestan a hacer con la minera. Que el gobierno administre las concesiones, contratos, tierras, política fiscal, recursos del Estado de manera transparente, ecuánime y honesta.
Procedamos a reclamar que la salud llegue a todos y con los más altos niveles de calidad y profesionalismo. Que las enfermedades y accidentes de los menos acaudalados sean atendidos de la misma manera que aquellos que pueden pagar costosos seguros y hospitales privados. Que cese la robadera en el Seguro Social y los meganegociados con las medicinas.
A reclamar que las oficinas públicas ofrezcan servicios eficientes y expeditos para todos los panameños. Que se reparen y actualicen las oficinas públicas para cumplir debidamente con sus obligaciones, antes de gastar millones en grandes obras que sólo benefician a unos pocos.
A reclamar que se construyan campos de juegos y se apoye al deporte para la salud física y mental de los ciudadanos.
Panameños: reclamemos una nueva Constitución que permita la construcción de un país libre, ecuánime, solidario y justo. Panameño, reclama lo tuyo, reclama tu país, que es tuyo, de todos los panameños y no de unos pocos.
Autor: Miguel Antonio Bernal V.
Catedrático – Universidad de Panamá