La vorágine de la educación en nuestro país exige una reacción ciudadana. Sin embargo, esta no se produce y las autoridades están empeñadas en cultivar la ignorancia.
Ante este hecho, urge que insistamos en la necesidad de una decidida acción para la formación de los ciudadanos, democratización y el pleno ejercicio de las virtudes cívicas, que hoy desafortunadamente está ausentes de los programas educativos, en todos los niveles.
No es posible hablar de democracia si no hay una formación ciudadana con dicho objetivo. Hemos pretendido olvidar que la educación es la introducción para la democratización y, de ahí, que promuevan la ignorancia para lucrar impunemente de la corrupción, hoy aupada y venerada por la empresa criminal conjunta que gobierna y su cómplice mayor, la partidocracia.
«La educación política de los ciudadanos, nos dice Amy Guttman, si tiene primacía sobre otros objetivos de la educación pública, es porque prepara a los ciudadanos para participar y reproducir de forma consciente su sociedad, lo que es ideal no sólo de la educación democrática sino también de la política democrática.»
Urge despertar el interés de todos los estudiantes y de los ciudadanos, para los asuntos públicos, así como por las prácticas, valores e instituciones de la democracia. Urge contar con los mecanismos de control Ciudadano para evitar tanta irracionalidad en el ejercicio del poder político.
Las Universidades públicas, han sido las primeras en abandonar su misión de ser guía en los objetivos de la formación ciudadana. Hoy por hoy, favorecen la burocracia, el Nepotismo, el clientelismo y oportunismo, como lo demuestran las recientes revelaciones sobre la UNACHI.
Y, aunque los adversarios del constutucionalismo, por ser técnica de libertad, se aferren a negarlo, un proceso constituyente abriría la puertas y la dinámica, para la transformación democratizadora que tanto requiere nuestro presente social e institucional.
Los mismos que han optado por ser fugitivos de la Constituyente, son los que tienen las mismas actitudes contra la formación ciudadana. Es hora de separar el grano de la paja, es hora de ejercer nuestro poder Ciudadano, con la dignidad y decisión que estos tiempos nos requieren.
Autor: Miguel Antonio Bernal V.
Catedrático – Universidad de Panamá
Una respuesta a «La Formación Ciudadana»
Algunas se las universidades públicas, han perdido su norte de gestión del conocimiento, para convertirse en instrumento de los políticos de turno. Su objetivo engrosar la planilla, mantener familias enteras, y lo peor vulnerar los derechos de los estudiantes que se desean pronunciar sobre el futuro se su formación académica y valores éticos
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