Urge comprender que los efectos de la citada ‘ley’ traducirán mayor impacto en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad
El Movimiento de Ciudadanos Unidos por la Constituyente (CUCO), concurre nueva y afanosamente, ante la ciudadanía panameña, a levantar su voz de alerta ante la sucesión de acontecimientos que descuadernan, cada vez más, a nuestra confusa y crispara sociedad.
Doy cabida en esta columna al pronunciamiento efectuado por el CUCO el pasado viernes 14 de enero, para contribuir así a la divulgación necesaria a la reflexión:
Frente al desmantelamiento del Estado de Derecho, expresado tanto en la promulgación de decretos, violatorios de garantías fundamentales, como en la aprobación de “leyes”, absolutamente lesivas a la economía en general, iniciativas que han acentuado el autoritarismo, deteriorado la administración de justicia y aumentado la corrupción y la Impunidad; el Movimiento, Ciudadanos Unidos por la Constituyente (CUCO), reconocemos que tales excesos y desaciertos, entre otras razones, son producto de la falta de capacidad, liderazgo, consciencia y voluntad de servicio, de un equipo, que ante las restricciones de acceso a otras fuentes de crédito, en mala hora dispuso exprimir al pueblo, gravando los servicios, por medio de “la ley” 256.
Dicha Ley cuyo único propósito es aumentar los ingresos fiscales, para mantener el Despilfarro y los privilegios de una administración que, en menos de la mitad de su gestión, ha catapultado la deuda e hipotecado el futuro de varias generaciones, desatendiendo las genuinas necesidades e intereses de la mayoría.
Urge comprender que los efectos de la citada ‘ley’ traducirán mayor impacto en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad; porque los impuestos, sistemáticamente, afectan al consumidor y como los servicios públicos se han deteriorado, al extremo de resultar inoperantes, como la salud, la educación, el trabajo, la vivienda, etc; los efectos serán catastróficos, con mayor exclusión, indigencia e incluso hambruna.
Reiteramos, por tanto, nuestro llamado a la ciudadanía nacional, a que le pongamos un alto a la empresa criminal conjunta, antes que la inseguridad, la creciente desigualdad y la violencia nos conduzcan a la pérdida de la precaria estabilidad social existente.
El Estado policíaco, represor y abusivo no debe continuar la desestabilización. Recuperemos la dignidad, exijamos el referéndum por la Constituyente, antes que sea demasiado tarde para impedir que nos conviertan en un territorio ocupado por autómatas y seamos sometidos a la voluntad de un puñado de delincuentes.
Autor: Miguel Antonio Bernal V.
Catedrático – Universidad de Panamá