El país nacional, especialmente entre los estudiantes y profesores de la Universidad de Panamá, deben despertar para su combate cívico contra el país secuestrado por la politiquería, la plutocracia y las cúpulas de la partidocracia.

El país nacional, especialmente entre los estudiantes y profesores de la Universidad de Panamá, deben despertar para su combate cívico contra el país secuestrado por la politiquería, la plutocracia y las cúpulas de la partidocracia.
El pseudoconstitucionalismo, que no es otra cosa que hacer que algo es constitucional cuando no lo es, se encuentra en pleno apogeo en nuestro medio. Los fugitivos de la constituyente, así como sus decididos adversarios y enemigos, se han coaligado -desde distintas trincheras- con el firme propósito de promover el gatopardismo criollo.
Ab imo pectore
El degradante espectáculo ofrecido en días pasados por el Ejecutivo, en Atlapa, ha recibido un contundente repudio e indignación ciudadana. Lo ocurrido y las justificaciones que le han seguido, retratan -de cuerpo entero- la putrefacción ética y moral que domina a los principales conductores de la cosa pública.
Nosotros los Diputados del Pueblo Panameño, reunidos en Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, decretamos la siguiente:
Porque sospechaba que un factor importante que mantuvo la dictadura militar en Panamá durante los primeros diez años fue la necesidad que tenía Estados Unidos de América de obtener nuevos tratados sobre el Canal, decidí estudiar las relaciones entre Estados Unidos y Panamá durante esa época.
La justicia, es dentro de nuestra sociedad política un «Bien Jurídico» de extraordinaria importancia; sin él no es posible acceder al anhelado equilibrio de fuerzas humanas que debaten sus intereses dentro del marco que brinda el Estado de Derecho.
En la mayoría de los países de nuestra América Latina prevalecen regímenes políticos basados en los principios de la soberanía popular, el Estado de Derecho, elecciones libres y sistemas de gobierno representativos. No obstante, en estos regímenes de la Democracia Representativa, donde la democracia es ejercida por los que cada cinco años elegimos, existe una profunda separación entre gobernantes y gobernados, los primeros no se sienten obligados a atender los intereses y necesidades de los electores y estos, tampoco se consideran representados por los gobernantes que eligen cada cuatro o cinco años.
Nos dice –inocentemente- el promotor:
Algunos me han preguntado por qué estoy apoyando la Constituyente Paralela.