La cuadrilla de bailarines, encabezada por el presidente y su vice, ministros de Estado, gobernadora
Ab imo pectore
El degradante espectáculo ofrecido en días pasados por el Ejecutivo, en Atlapa, ha recibido un contundente repudio e indignación ciudadana. Lo ocurrido y las justificaciones que le han seguido, retratan -de cuerpo entero- la putrefacción ética y moral que domina a los principales conductores de la cosa pública.