El llamado Contrato de concesión, que bien pudo ser redactado por sirvientes locales coludidos, es lo más parecido a un escrito de adhesión a las pretensiones abusivas de los inversionistas, pero como la mayoría de las acciones son propiedad de cuatro Estados: China, Corea del Sur, Singapur y Canadá, realmente, más que Contrato de concesión parece un Tratado internacional. Si el propósito fue desmantelar la estructura institucional del Estado y convertirnos en un protectorado, vale como intento; pero fallido, por asumir que la mayoría de los panameños, además de ignorantes, tenemos vocación de esclavos y consentiríamos todo el daño que pudieran causarnos.
Autor: cuco
El dietilenglicol fue adquirido por el Seguro Social a través de una compra que no se ha revisado con la seriedad que amerita una catástrofe de tal magnitud. Sin embargo, la institución demandó al Estado español, por ‘haberle vendido’ el veneno; ¡gran desfachatez!, porque fue la CSS que, ignorando claras advertencias y desconociendo las leyes, impuso la compra, amparándose en la Resolución 271 del 10 de septiembre de 2003. En la hoja de trámite 3447-03, de la Dirección de Abastos, del 7 de septiembre del 2003, la Directora le informa al encargado de Control que: ‘entre otras, Medicom NO posee licencia de operación expedida por la Dirección Nacional de Farmacias y Drogas’.
Traición a la patria? … Una opinión
Mientras escribo estas líneas, en la Asamblea Nacional se debate el Proyecto de Ley 1043, “que aprueba el Contrato de concesión minera, celebrado entre el Estado y la Sociedad Minera Panamá, S.A. presentado por el ministro de Comercio e Industrias, Federico Alfaro Boyd”. El Artículo 3 de nuestra Constitución Nacional establece que: “el territorio nacional NO podrá ser jamás cedido, traspasado o enajenado, ni temporal ni parcialmente a otros Estados”.
Carta de Bernal a Flores
Panamá, 13 de septiembre de 2023
Ciudadano Eduardo Flores
Rector de la Universidad de Panamá
E.S.D.
Señor Rector,
El ensordecedor silencio que guarda usted, como rector de nuestra principal casa de estudios superiores, ante el contrato Leonino firmado por el gobierno (a espaldas de la población) con la Minera y First Quantum, es a todas luces inaceptable.
El diputado independiente, Juan Diego Vásquez denunció que Unachi otorga nombramientos para profesores a tiempo completo, a pesar de haber obtenido doctorados con una duración de solo seis meses y de una universidad que no está acreditada en Estados Unidos.
La Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI) otorga nombramientos como profesores a tiempo completo a quienes supuestamente tienen maestrías y doctorados de corta duración y que son expedidos por una casa de estudios superiores que no está acredita por ninguna agencia reconocida en Estados Unidos.
Hoy, cuando se pretende imponernos un contrato-ley con una minera foránea y con descarados intereses de estados extranjeros, cobra vigencia el alerta
En febrero de 1975, cuando se levantaban las voces patrióticas contra las pretensiones de imponer la explotación minera en Cerro Colorado, el poeta Carlos Francisco Chang Marín o Changmarín dio a conocerlas siguientes estrofas que, de manera visionaria, planteaban bajo el título ‘Ojo al recurso minero‘, la importancia y trascendencia de velar por nuestros recursos.
Mercenarios minero con cédula panameña
Los Boyd, Lewis, Morgan, Rojas Pardini, Alfaro, Galindo, Cortizo, Montenegro, Fifer, Pérez Balladares, que a su vez están ligadas a los Arias, Arango y otros apellidos, que desde 1903 en la oscuridad, son los mercenarios que mueven los hilos del poder en Panamá.
Antes de aprobarse el Leonino contrato ley minero en el Gobierno PRD de Pérez Balladares en 1997, con el aval y la defensa acérrima del entonces diputado por el Partido Solidaridad, Laurentino Cortizo, hoy presidente de la República, en plenas negociaciones entre el MICI, Minera Petaquilla y otros, el Clan Boyd y los promineros con muchas influencias en el gabinete presidencial de ese entonces, como hoy, se preparaban para el gran asalto al pueblo panameño.
En su primera obra, “Cantos de sirena”, el médico patólogo publica una compilación de artículos que motivan al conocimiento, reflexión, generación y debate de ideas de diferentes temas nacionales.
En su obra Cantos de sirena: La falacia de la Democracia Representativa y la urgencia de una constituyente, el médico patólogo Leopoldo Santamaría hace un diagnóstico de la situación del país.
El libro es una compilación de artículos de opinión que motivan al conocimiento, reflexión, generación y debate de ideas de los temas nacionales para orientar a los ciudadanos a la construcción de un nuevo contrato social.
“La justicia exige moral y, ante la profunda e integral crisis, la única vía, pacífica e incluyente, para sanear la administración de justicia y refundar la Nación, es la constituyente originaria…”
Hace poco, en una cafetería, coincidí con un funcionario del Sistema de administración de Justicia; a quien, años antes, le pedí investigar hechos gravísimos, consistentes con mala práctica médica en la CSS, pero como las autoridades, en vez de investigar, prefirieron encubrir al protagonista y fui destituido. Dado que el conciudadano recordó la situación, le dije: “A mi criterio, de haber investigado, no solo se habrían confirmado los hechos; habría permitido hacer correctivos de fondo y hoy día, la atención en salud, tanto de la Caja de Seguro Social como del Ministerio de Salud, no sería una calamidad; porque basta observar el manejo de la falsa pandemia, incluida “la vacuna segura y efectiva” y los terribles efectos, que tradujo sobre la salud, la educación y la economía de la mayoría ciudadana o la desaparición del fentanilo, para confirmarlo”. Para mi sorpresa, me respondió: “¡Estoy de acuerdo con usted!”. Por lo cual, solo agregué: “La administración de justicia es determinante. Perdimos una gran oportunidad y estas no son más que consecuencias previsibles”. Nos despedimos; él salió con su pedido y mi esposa y yo, nos quedamos en el café.
Los mismos con las mismas
Si creen que ya que no pueden convencer, por ellos podrán vencer, que sepan también que aún en nuestro suelo, hay quienes no vendemos nuestra dignidad, ni la Patria que nos vio nacer.
El Leonino contrato con la minera FQM y nuevamente la nefasta “extinción de dominio”, han llegado a la Asamblea por órdenes del Ejecutivo. No es casual que así sea dado que, el objetivo de ambas acciones es el mismo: Sojuzgar a los panameños para que perdamos, como Estado, nuestra soberanía nacional. Y que perdamos, como población nuestra seguridad jurídica.