Por: Cristian Nieto Guerra – Docente universitario.
La invasión del 20 de diciembre de 1989 derrocó al dictador, pero dejó intacto su legado más peligroso: la estructura constitucional. La transición que siguió a la ‘Causa Justa’ se construyó sobre una contradicción fundamental, pues al no convocar a una Asamblea Constituyente, la naciente democracia aceptó tácitamente las reglas de juego del régimen militarista que acababa de caer. Se eligió el privilegió de la ‘gobernabilidad’ inmediata, condenando a la población a la esclavitud de un sistema CORRUPTO.
