CuConstituyente Panamá YA!Temas relacionados al acontecer cotidiano en nuestra sociedad
El pasado viernes 30 de julio, el Movimiento de Ciudadanos Unidos por la Constituyente (CUCO), en uso del universal derecho de petición, hizo entrega formal al Órgano Legislativo y Ejecutivo de una nota con la solicitud ciudadana para que se convoque un referéndum constitucional.
Santa Leonor: Lo del Contralor con Panamá Ports, causa a la Patria dolor.
San Hilario: De nada ha servido el cacareado Pacto Bicentenario.
La constitución impuesta por la dictadura militar en 1972, reformada en cuatro ocasiones, continua rigiendo aún. Gracias a ello, somos una sociedad viciada por un profundo vacío institucional y alejada del mundo real.
Las organizaciones que están en el proceso de recogida de firmas no le dicen a la ciudadanía cuáles son sus propuestas concretas para la constitución. No sería extraño que nos sorprendieran con un proyecto de constitución aún peor que el vigente.
Dado que los amantes de la tergiversación de la historia andan hablando de: “Historias no Contadas”, traigo hoy ante los lectores de esta columna, está historia contada hace ya algunos años, puesto que las falsedades no pueden seguir teniendo cabida en la memoria histórica.
El título original de este artículo fue NO TE QUEREMOS AQUI…
La masiva difusión dada por el gobierno panameño, a través del Ministerio de Seguridad, de dicho video institucional, en el cual más de un centenar de miembros uniformados de la Policía Nacional, aparecen expresando su apoyo a la policía y al ejército colombiano por la brutal represión perpetrada contra las protestas cívicas en ese país, es grave, inquietante y muy preocupante.
El doctor Gastón De Jesús Dormoi Barrios, especialista en cirugía general y coloproctología, quien ha venido realizando protestas sociales desde que inició la pandemia por el coronavirus en Panamá, se enfrentó a “El Preguntón”.
Dormoi se ha visto con carteles de protesta social en las vías de Tumba Muerto, Vía España, frente al edificio de la Asamblea Nacional y el Ministerio Público.
¿A quién culpa de la desigualdad que existe actualmente en el país?
Al sistema altamente presidencialista y político, y la clase política que sólo piensa en su reelección, sin importarle las necesidades de nuestro pueblo. No son solidarios son insensibles y cínicos.
¿Qué lo motivó a realizar protestas sociales con carteles en las calles de Panamá?
Me sentí indignado, al enterarme de los sobrecostos en las compras de enseres sanitarios (mascarillas, gel alcoholado, ventiladores, vestimentas de seguridad personal, etc.). Mientras tanto el pueblo pasaba hambre y en ese entonces sólo recibían un bono de 80 dólares mensuales.
A más de un año de la pandemia siguen las irregularidades como la falta de transparencia en las compras, ya sean directas o por licitación. ¿Cómo evitarlo?
Se evitaría con la correcta investigación y fiscalización de la Procuraduría, Contraloría y la Corte Suprema.
¿Qué se puede hacer con los diputados que realizan lo que le venga en gana, con el pueblo humilde que los eligió?
Son unos delincuentes, y este pueblo callado que no defiende sus derechos, el abuso es permanente. Necesitamos una Constituyente Originaria.
¿Considera que el tema de la justicia es otro problema que hay en Panamá, sobre todo con los casos de alto perfil?
En el Órgano Judicial se ha infiltrado la corrupción porque no se cumple con la Carrera Judicial, muchos fiscales y jueces son nombrados a dedo y muchos caen por causa de la corrupción.
¿Cuál es la dificultad que más se ha puesto en evidencia en el país con esta crisis sanitaria?
Las dificultades se evidenciaron inmediatamente ya que ninguno de los hospitales estaba preparado para atender una pandemia de esta índole; no existía un programa organizado dentro del sistema de salud. Principalmente puso al descubierto la falta de personal de salud, material y equipos sanitarios. Fue una experiencia con mucho sacrificio.
¿Siempre ha permanecido la constante falta de personal, aún con la pandemia esta situación persiste o ha mejorado?
Persiste y creo que no va a mejorar porque los políticos tienen otros intereses particulares y no se preocupan en aumentar el presupuesto de Salud.
¿Qué deben hacer los panameños para que se acabe este contagio de corrupción?
Vacunarse contra ella, primero poner en práctica la Carrera Administrativa en todos los niveles, en la cual los funcionarios son escogidos por méritos, son supervisados, evaluados y premiados los que se destacan y sanciones a los que no cumplan con su función.
¿Cree usted que la solución a todos los problemas se podrá conseguir a través de un pacto social o sea la Constituyente?
Sí, creo en un nuevo pacto social donde el pueblo participe en un proceso constituyente democrático.
¿Qué opina de la Constituyente Paralela?
No es una Constituyente, pues no es participativa, el Ciudadano delega su participación sin conocer su contenido y sin conocer las reglas del proceso.
¿Qué opinión le merece la Constituyente Originaria?
Sí presenta el concepto democrático y participativo porque incluye en un primer momento una pre-capacitación sobre el proceso Constituyente y después un referéndum para ser aprobado o no por los ciudadanos.
Fuente: Mi Diario
Es una pregunta que surge cuando escuchamos a una gran parte de la familia universitaria decir expresiones tales como: “apoyo a tal candidato pero que no se sepa”, “por favor no divulgue mi apoyo, prefiero permanecer en el anonimato”, entre algunas. ¿Son síntomas o no de temor y hasta de terror? ¿Qué se esconderá detrás de este miedo Inusitado y sorpresivo y jamás visto en mis 38 años de vida universitaria?
La teoría de la Constitución tiene por objeto el tipo de las Constituciones democráticas, tal como se han implantado tanto en el mundo libre —no sólo en el occidental por sus contenidos y procedimientos esenciales, sino también por la profundidad de sus manifestaciones particulares y evolución en el curso de la historia—, como en el espacio planetario, al menos desde el “annus mirabilis” de 1989. Este tipo se compone de elementos ideales y reales —referidos al Estado y a la sociedad— los cuales no se han alcanzado al mismo tiempo en prácticamente ningún Estado constitucional, pero que apuntan
tanto a una situación óptima de lo que debe ser como a una situación posible de lo que es.