Al conmemorar el sesenta y un aniversario de la gesta del 9 de enero, debemos… levantar nuestra voz con determinación ante las nuevas amenazas y los nubarrones que pretenden apoderarse de nuestros cielos.
La realidad actual, producto de la historia política y social de Panamá, nos presenta el reto de un Proceso Constituyente Originario, el cual surge como una necesidad urgente para abordar las desigualdades estructurales y romper con el abuso que el poder económico y político vigente ha ejercido sobre sectores clave, por poner un solo ejemplo, la situación de la salud y el monopolio de los medicamentos.
Autor: Miguel Antonio Bernal V. Profesión: Catedrático de Derecho Constitucional
La crisis de las universidades públicas en nuestro país no hace más que agravarse. Los acontecimientos de los últimos meses, en todos los claustros oficiales, evidencian que hay que ponerle un alto a la lamentable indiferencia ciudadana ante los mismos.
El 9 de enero de 1964 es una fecha imborrable en la memoria histórica de Panamá. Aquel día, estudiantes panameños, movidos por un profundo amor a su patria y un deseo irrenunciable de soberanía, se enfrentaron valientemente a la injusticia y a la opresión. Con apenas sus ideales como escudo, estos jóvenes derramaron su sangre por la dignidad de un país que anhelaba ser libre y soberano en su totalidad. Hoy, 61 años después, el sacrificio de esos mártires resuena como un llamado urgente a la reflexión y la acción.
El coordinador de la Secretaría Presidencial para la Reorganización del Estado y Asuntos Constitucionales, Miguel Antonio Bernal, habla sobre los detalles del proceso de ‘alfabetización constitucional’
Autor: Miguel Antonio Bernal V. Profesión: Catedrático de Derecho Constitucional
Para ir hacia una Asamblea Constituyente Originaria, debemos caminar previamente, por un proceso de alfabetización constitucional, que le permita a los ciudadanos orientarse y conocer sus derechos y la manera de ejercerlos.
La corrupción es un cáncer que corroe los cimientos de nuestra sociedad. En Panamá, las constantes denuncias de irregularidades en la administración pública han socavado la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Para lo que solo es necesario responder si el pueblo confía en el Tribunal Electoral, la Asamblea Nacional, la Contraloría, el Órgano Judicial y por ahí usted puede seguir la lista.
Hoy, un día después de los panameños pasar por un Duelo Nacional, por la injustificada invasión de los Estados Unidos, se nos presente un momento crucial para nuestra nación. Las recientes declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, respecto a una posible intención de recuperar el Canal de Panamá, han despertado inquietud y preocupación en nuestra sociedad. Este asunto no solo toca las fibras más sensibles de nuestra soberanía, sino que también nos obliga a reflexionar sobre nuestra posición como pueblo y como nación independiente.
Al conmemorar hoy en Panamá el fatídico 20 de diciembre, donde fuimos invadidos por fuerzas extranjeras producto de un Estado de derecho fallido y un autoritarismo por parte de mentes maquiavélicas. Hoy sigue imperando el odio que divide a los panameños, hoy sigue dándose las malas prácticas de abusos, humillación y dominio de unos contra los otros con tal de obtener el control.
Hoy recordamos con dolor el 20 de diciembre de 1989, treinta y cinco (35) años han transcurrido, cuando nuestra patria fue invadida, marcando un capítulo trágico de pérdidas humanas y profundas heridas sociales. Sin embargo, más allá de las heridas del pasado, es imperativo reflexionar sobre nuestra realidad actual: vivimos bajo un sistema que sigue perpetuando las mismas condiciones de desigualdad ciudadana, injusticia, corrupción e desigualdad social.